Résumé: En Inframundo (nos referiremos así a la obra desde este momento para acortar) Pep Brocal nos presenta a Amalia, una mujer que a la muerte de su madre asume su puesto como portera de un edificio. Amalia está sola, su único amor desapareció sin dejar ni rastro, sus únicos amigos son los posters de Bruce Lee (que a la postre acabará siendo su particular Pepito Grillo) y los libros que tiene en su cuartucho y su única conexión sentimental con la vida es un gato negro. La descripción que nos hace Pep de su protagonista es sencillamente desoladora: Amalia está rota, pero ella no lo sabe. Es conformista sin ser consciente de ello y ha permitido que lo que era una situación de transito temporal se haya convertido en una vida anodina, vacía y casi sin sentido. Por contra es una vida fácil, sin ningún riesgo y por ello, sin ninguna posibilidad de recompensa.