Résumé: 2ª PARTE.
Abadía de Vauluisant. 1519. El rey Francisco I de Francia confía a la discrección de los monjes un misterioso cuadro, de unas características tan innobles y desarraigadas que nadie deberá poner nunca su mirada sobre él. Esta tela ha sido pintada por un genio, un hombre celebrado como una de las luces de su siglo: Leonardo da Vinci.
¿Cómo este artista total y con una sensibilidad estética perfecta, pudo dar a luz una obra tan torturada?
¿Y qué escabroso secreto se quiere evitar difundir para esconder así la última tela de este hombre a quien el Rey admiraba por encima de todo?.
Tal vez para saberlo hay que ir unos años atrás, en 1494, en Milán, en la época en la que el pintor trabajaba en "La última cena", época en la que sucedieron una serie asombrosos homicidios imposibles, cometidos por un inasequible asesino, el "ladrón de caras".
Como artista delicado y cultivado, en la cumbre de su gloria, Leonardo no tenía teóricamente ninguna razón para interesarse por este extraño asunto. Teóricamente...