Résumé: Se llama Ella, Ella Mahé. Restauradora de manuscritos antiguos, aprovecha un encargo del museo de El Cairo para visitar algunos de los emplazamientos históricos más importantes del antiguo Egipto. En el templo de Abu Simbel, conoce a Thomas Reilly, arqueólogo, nieto de Henry Reilly, quien descubrió en los años 20 la tumba de Tutankhamón con el equipo de Howard Carter.
Siguiendo los pasos de su abuelo, Thomas busca la tumba de una princesa de la XVIII dinastía. Esta princesa sin nombre tenía una particularidad física poco común: los ojos heterocromos, uno negro y otro azul. Precisamente como los de Ella Mahé.