Résumé: En los tres primeros tomos, el estilo de Bob de Moor es más primitivo, pero ya se adivinan las influencias de la escuela de Hergé. Los personajes, igual que pasó con los primeros álbumes de Tintin, están menos evolucionados hacia el estilo definitivo.
El espíritu de la serie se define ya en clave humorística, y a veces disparatada, y aparecen algunos de los personajes inseparables de Barelli.